Vendrá como ladrón en la noche, sin fecha, ni hora

"Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre" (Mateo 24:36).

Bastante cierto es que si analizamos el capitulo 24 íntegro de San Mateo, tendremos una clara panorámica del mundo en los días próximos al retorno de Cristo a la tierra y quizás nunca como hoy todo parece haberse cumplido por lo que estamos en el umbral del levantamiento de la iglesia, pero tambien es cierto que este polémico capítulo tambien ha dado pie a muchisimas malas interpretaciones y cálculos erróneos con el propósito de predecir el momento exacto en que Jesús volverá por su iglesia.

En este error cayeron varias veces los Testigos de Jehová, los adventistas, algunos líderes protestantes y muchos otros dirigentes religiosos del siglo veinte. Todos ellos le señalaron año, dia y hora al tan esperado monento de redención final y todos uno tras otro, sufrieron estruendosos reveses y sus seguidores sufrieron desilusiones y depresiones una tras otra, pues en el pasado hubo gente que vendió inclusive todas sus posesiones y se fueron a las montañas a esperar al Mesías, pero su llegada nunca ocurrió.

En estos días en que como decía lineas más arriba se han visto cumplidas muchas de las lineas profeticas de Mateo 24, un grupo tradicionalmente ultra conservador de la iglesia protestante (calvinistas) se han dejado seducir por un espíritu de error y confusión y han incurrido en la grave falta de comprarle boleto al Señor Jesús con fecha 21 de mayo de 2011, pero me atrevo a decirle a los hermanos de Family Radio que sus pronósticos deben ser revisados y su anuncio debe ser suspendido, de lo contrario, se quedarán con el moño hecho, pues si bien es un hecho que Cristo puede regresar a la tierra en cualquier momento -incluso en este mismo instante en que escribimos y usted lee estas líneas- a la luz de la palabra, el Señor vendrá "como ladrón en la noche" cuando nadie lo esté esperando.

Las señales están cumplidas, el rey ya viene, más no vendrá cuando nosotros digamos, sino en la hora señalada por el Padre. Señalar fechas y pronosticar momentos no es tarea del creyente, pues contradice las enseñanzas del Maestro; Lo que sí procede y es completamente de orden, es que todos aquellos que nos hacemos llamar cristianos, debemos mantener nuestras lámparas encendidas y provistas de aceite a fin de estar listos para ser arrebatados en el momento en que se escuche la voz: " Aquí viene el novio, salid a recibirle". (Mateo 25:1). Aleluya!